Créditos: 3DJuegosMX

Te decimos cuáles son las posibilidades de que los eSports aparezcan en los Juegos Olímpicos.

eSports: ¿Un deporte de los juegos olímpicos?

Mientras los comités de las ciudades que albergarán las próximas 2 ediciones de los Juegos de Verano ya han manifestado interés para que los eSports sean reconocidos como disciplinas dentro del certamen. Pero… ¿Los videojuegos tienen lo necesario para ser considerados un deporte?

Primero hay que distinguir 3 conceptos

Las actividades físicas, que son en esencia cualquier movimiento que hacemos; el ejercicio, que son más bien movimientos estructurados que hacemos con el propósito de mejorar nuestro estado de salud; y los deportes que, aunque involucran un ingrediente físico, también aluden a actividades reglamentadas que tienen como fin la diversión o la competencia, dejando la puerta entreabierta para los eSports.

Esto nos lleva a una segunda pregunta: Si asumimos que los eSports son un deporte, entonces, ¿Tienen lo necesario para ser un deporte olímpico?

La forma rápida de responder es remitirnos a la Carta Olímpica. En ella se establece que para que un juego sea reconocido como disciplina olímpica debe ser practicado en un mínimo de 75 países y 4 continentes por hombres; y en un mínimo de 40 países y 3 continentes por mujeres. Debe haber adoptado y aplicado el Código Mundial Antidopaje y haber sido admitido en el Programa de los Juegos Olímpicos por lo menos 7 años antes de los Juegos Olímpicos en cuestión.
El COI exige también que el deporte en cuestión tenga un gobierno internacional, que haya un Campeonato Mundial, que estandarice materias como la lucha antidopaje, los reglamentos técnicos, los deberes de sus competidores y que sea aprobado como deporte por más de 2/3 de los miembros del COI.
Encima, una cosa es ser deporte olímpico y otra es aparecer en los Juegos Olímpicos porque el COI impide incluir más de 28 deportes, 300 pruebas y 10.500 competidores en el evento. Para que los eSports sean incluidos en el certamen deberán retirar uno de los Programas que ya está en vigencia. Es bastante complejo pero no imposible. Quizás sea prematuro esperarlos para 2024 pero [sí tiene] posibilidades para Los Ángeles 2028.

¿Te imaginas unos Olímpicos con eSports al mismo tiempo que un E3?

Es más importante ir más allá de las formalidades y preguntarnos si efectivamente existe la voluntad para lograr que los deportes electrónicos tengan el carácter de Olímpico y qué hay detrás de ella. El debate lleva tiempo, aunque tuvo auge en 2015 cuando Blizzard afirmó que había suficientes argumentos para que los videojuegos entraran en la Olimpiadas. En ese momento pareció haber uno de mayor peso: la popularidad, pues el Campeonato Mundial de League of Legends había convocado a 40.000 asistentes en el Estadio de Seúl y millones de personas habían seguido el streaming. Es válido decir que la fama de los eSports tiene peso en el debate.
Lo que aunaba el dinero que genera y el demográfico al que apelan se presta para algunas suspicacias.

Hace algunos meses el COI informó que en Río 2016 habían registrado una disminución de la audiencia de edades entre los 18 y 27 años. Curiosamente, en Estados Unidos el grueso de la audiencia de eSports lo constituye jóvenes entre 21 y 34 años. Antes de que comience la arena, hay que aclarar que los eSports también tienen argumentos válidos para ser considerados deportes. Han logrado niveles importantes de profesionalización, sus practicantes requieren compromiso y disciplina para entrenar, afinar reflejos y estrategias. También se dice que los practicantes acuden al gimnasio regularmente, argumentando que la aptitud física afecta directamente el rendimiento mental y, aunque es complejo establecer una relación directa entre estado físico y aptitud mental, hay un gran esfuerzo entre los profesionales de los eSports.

El choque cultural

Pero hay otro problema, el choque cultural.
Decir que la mayoría de las personas no está preparada para que los videojuegos sean catalogados como algo olímpico no es ningún disparate. Antes de lograrlo será necesario un enfrentamiento de carácter cultural, convencer a la población entusiasta de los Olímpicos que ven los videojuegos sólo como un pasatiempo, que estos representan un ejercicio más serio del que aparentan. Es fácil entender la postura. Llevan toda la vida construyendo una imagen de lo que una competencia deportiva de esta envergadura es. Basta leer el lema en el que están basados los Juegos Olímpicos para advertir un choque ideológico: “Citius, Altius, fortius”, palabras en latín que significan: “Más rápido, más alto, más fuerte”, en evidente alusión al elemento físico que desentona con los videojuegos.

Tampoco es difícil encontrar periodistas, incluso gamers que están totalmente convencidos de lo negativa que resultaría esta transición.
La renuencia a cambiar los juegos es tal que la inclusión del skateboarding en los juegos de Tokio es objeto de debate entre quienes lo ven como una oportunidad y aquellos que vislumbran una sentencia de muerte.

La discusión es tan acalorada que más de 7.000 skaters - temerosos de que la disciplina perdiera su libertad e irreverencia frente a las normas - firmaron una petición para que no fuera disciplina olímpica. Los Juegos Olímpicos no son una mera celebración de lo físico. Se trata de la fiesta deportiva más importante de la humanidad, pero al mismo tiempo es un movimiento mundial cuyo propósito va más allá de la promoción de la práctica del deporte. Busca la reproducción de valores como la ejecución, la tolerancia, la fraternidad, la competencia y la hermandad. Es por esta razón que se le da tanta relevancia a la pregunta sobre el aporte que pueden hacer los eSports al deporte mundial. Y aunque no vamos a encontrar la respuesta ahora, si hay que magnificar la preponderancia de la cuestión cultural por encima de los temas meramente semánticos, económicos y de atracción de público.

Pero adivinaste, hay un último problema. Otro asunto problemático es el de los juegos que conformarían las pruebas olímpicas de los eSports. ¿Serían Call of Duty, League of Legends, StarCraft o Super Smash Bros? Todo parece indicar que no. Thomas Bach, Presidente del COI, hizo una clara alusión a la violencia de los videojuegos, resaltando que el Organismo está considerando la inclusión de los eSports como una disciplina de los Juegos Olímpicos, siempre y cuando no sean violentos.
De ese anuncio se podría deducir que la incorporación de los deportes electrónicos como una disciplina olímpica se hará de la forma más conservadora posible. El asunto es que varios de los juegos que congregan más asistentes en los eSports despliegan diferentes niveles de violencia. Su exclusión podría reducir su principal atractivo que los eSports tienen para el COI: su capacidad de convocatoria.

La vigencia de los videojuegos

Un último elemento por considerar es el de la vigencia de los videojuegos. Supongamos que escogen un título como League of Legends, el cual salió al mercado en 2009, para representar una de las competencias.
En 2024 este juego ya tendrá más de 15 años en el mercado. ¿Seguirá siendo un juego vigente? ¿Los profesionales aun dedicarán su tiempo a entrenar para jugarlo? Los videojuegos suelen tener una vida útil limitada por el avance de las generaciones y las tecnologías.
Eso puede suponer una dificultad práctica toda vez que la competencia de los Olímpicos se determina con mucho tiempo de antelación. Todo lo anterior nos lleva a concluir que la posibilidad real de que los videojuegos se haga olímpicos en 2024 es baja. No obstante, cuando lo pensamos a largo plazo, parece que es indudable que la mayor afluencia de público a los espectáculos de eSports se convertirá en un poderoso atractivo mediático que seducirá al COI. Estaremos discutiendo sobre este tema por mucho tiempo.

¿Le gustaría seguir las reuniones eSport en directo y apostar por ellas?

Gracias por vernos, comparte mi blog con tus amigos:

Facebook   Twitter